Starfire VI: La superviviente eléctrica de Guild

El presente de Guild

La mayoría de seguidores del mundo de la guitarra conocemos a la firma Guild. Se trata de una marca que en la actualidad -bajo el soporte financiero de la multinacional Fender- se ha hecho con un importante hueco en el mercado de las acústicas. Sus legendarias creaciones han posibilitado que muchos músicos deseen tener entre sus manos uno de sus modelos, ya que son por lo general guitarras muy bien construídas y con un sonido con personalidad, muy característico. Sin embargo, desde que la compañía se fundase en 1952 por Alfred Donge, no sólo se ha dedicado a construir instrumentos acústicos, sino también piezas eléctricas.

Firma experta en guitarras de caja

Décadas atrás, las guitarras de caja Guild consiguieron muy buena reputación en los círculos de Jazz o Blues. En las tiendas de empeños, fueron adquiridas años después por músicos que interpretaban temas de muy variados estilos y que se dieron cuenta de que eran instrumentos muy fiables y versátiles, capaces de aguantar hasta temas de Rock duro siempre y cuando se estuviese mínimamente pendiente de la retroalimentación. Muchas de ellas se han convertido hoy en piezas de coleccionista, debido al giro comercial actual con las acústicas como eje central que hace que las unidades vintage de Guild estén muy demandadas. No obstante, en su catálogo encontramos un modelo eléctrico: La exclusiva GSR Starfire VI, que se vende por 5.000 dólares.

Yuxtaposición de lo moderno y lo clásico

Esta guitarra es la reinterpretación de un clásico. La original Starfire se introdujo en la línea del fabricante en 1960. En el modelo actual se ha perseguido encontrar la estética y sonido de antaño, a pesar de la pérdida del single cutaway de algunas ediciones anteriores a favor de uno doble, combinados con un tacto notablemente mejor y una acción de cuerdas más baja. Un diapasón de ébano con incrustaciones de abalone permite enlazar las notas de una manera firme y rápida. El mástil de tres piezas viene terminado en nitrocelulosa, al igual que el cuerpo, lo que hace que la sensación para la mano sea mejor que la que se pueda conseguir con un barniz estándar y al mismo tiempo el sonido sea más fidedigno que con una protección gruesa de poliéster.

Como se puede esperar en una guitarra de este calibre, todos los componentes son de lujo, incluso mejores que los de las Starfire de los 90. Desde las exclusivas maderas hasta las pastillas humbucker Seymour Duncan Seth Lover, perfectas para los pasajes limpios junto a un amplificador de válvulas y ese crunch con «gruñido» tan perseguido en las guitarras de caja. El puente es un Tonepros de estilo Tune o Matic, muy de herencia Les Paul, en lugar de los de estilo vibrato Bigsby que asociábamos a este modelo. Los clavijeros Gotoh no dan problema alguno de afinación. La guitarra se entrega con un estuche único para esta Starfire VI, una correa de cuero y los correspondientes certificados de garantía y autenticidad.

Competencia

La gran eléctrica de Guild está de vuelta y en una versión mejorada sobre la afamada receta original. No es barata, pero su calidad de terminación y el tipo de guitarra del que hablamos permite a esta Starfire medirse de tú a tú con la Gibson 335 o las «L-4» y «L-5». Si te gusta el rockabilly tranquilo, esta guitarra se adapta a ese estilo a las mil maravillas y también te pondrá en un aprieto si estabas pensando en adquirir una Gretsch. Lo único en lo que le saca ventaja sus rivales es en la gama de colores. Si no te importa no tener otra opción que el Antique Burst que ves en las imágenes entonces problema resuelto. Está claro que ha resucitado un gran modelo en el reñido segmento de las archtop.

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